Humanos como instantes de la transformación constante, poderosa presencia desdoblada de gigantes como dioses, entes despojándonos los ojos con su división eterna, hay un hormigueo en los seres y cosas poliformes. Hay una ciudad argentina donde el trance de blancas pinceladas demuele los conjuros de paredes herrumbradas. Blu es el artista.
GUSTOSÍSIMO Y BREVE POR ESO TÁN REAL Y NADIE SE DA CUENTA
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